2 enero, 2023 Agroecología

Vitivinicultura sustentable y responsable

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La vitivinicultura sustentable intenta minimizar el impacto ambiental y asegurar la viabilidad económica. Los productores realizan una multitud de elecciones con respecto a las prácticas que utilizan para gestionar el crecimiento de la vid, las hierbas malas, las enfermedades, los insectos y la fertilidad del suelo. El nivel de sustentabilidad es la suma de estas […]

La vitivinicultura sustentable intenta minimizar el impacto ambiental y asegurar la viabilidad económica. Los productores realizan una multitud de elecciones con respecto a las prácticas que utilizan para gestionar el crecimiento de la vid, las hierbas malas, las enfermedades, los insectos y la fertilidad del suelo. El nivel de sustentabilidad es la suma de estas decisiones que hacen los productores en el curso de la producción de sus cultivos. El desarrollo sustentable y la responsabilidad social se han convertido en temas centrales para el Estado Argentino quien busca llevar a las empresas a incluir estrategias para el cuidado del medioambiente en la producción del vino y disminuir el impacto que puede causar esta actividad.

Desde hace ya varios años, la vitivinicultura se ve amenazada por el calentamiento global, la creciente contaminación y los inconvenientes de energía. Los productores de vino deben luchar constantemente frente a estos asuntos cuidando que las condiciones ambientales en la producción sean perfectas ya que el resultado final de su producto dependerá -entre otras cosas-  del cuidado que le den al ecosistema en donde se desarrollan las vides. Deben incorporar una serie de técnicas y estrategias que trabajen juntas para crear un ambiente de viñedo equilibrado, diversificado y sustentable de los ecosistemas y, al mismo tiempo, que garantice la calidad de los vinos producidos por las vides.

Nuestro país se encuentra firmemente comprometido con los demás productores de vino del mundo y encara junto a ellos todas las dificultades que se presentan, cuidando, a su vez, las condiciones medioambientales para fabricar su producto y al personal encargado de desarrollarlo. Gracias al fuerte compromiso social y ambiental, agrónomos y enólogos buscan poner en práctica planes de manejo ambiental, ayudar en la gestión de los riesgos del uso del agua, el uso de agroquímicos, el almacenamiento y manejo de combustible, la biodiversidad, la salud del suelo, los residuos y emisiones de carbono, etc.

 

Productores y consumidores de la mano

 

Las bodegas involucradas en este compromiso ambiental y social no están solas, sino que los consumidores se ven cada día más comprometidos con la causa, acompañando a través de la elección del vino que consumen. Con esto nos referimos a que ya no sólo eligen un vino por su procedencia; también prestan especial atención a si son “eco-friendly”.

Más allá del compromiso que los productores asumen, existe un protocolo para testear la sustentabilidad vitivinícola y poder realizar evaluaciones de los parámetros que servirán de gran ayuda para desarrollar prácticas más eficientes y responsables.

Un ejemplo de colaboración con la sustentabilidad es el empleo de tintas ecológicas para la impresión de las etiquetas, como también el material de las mismas, que muchas bodegas ya han puesto en práctica para la elaboración de su packaging.

Si bien el cuidado del medio ambiente es sumamente importante, la sustentabilidad no se centra únicamente en ese aspecto. Hay que destacar que las condiciones laborales y todo lo que rodea este concepto tienen la misma relevancia y no se los puede hacer a un lado.

Si bien muchos ven la producción de vino como un negocio, dejando de lado todo lo que rodea al mismo, en Argentina la industria vitivinícola se encuentra seriamente comprometida con lo social y lo ambiental, buscando lograr un equilibrio entre sus vinos y el cuidado de nuestro ecosistema.